El consumidor es cada vez más exigente y tras la vuelta a la normalidad, como consecuencia del periodo de pandemia, estos han adoptado nuevas rutinas de consumo y de compra. Así lo detalla el último informe de Kantar, donde destacan que, a pesar de la complicada situación económica actual, los consumidores no renuncian a salir
Desde la consultora explican que la merma del sector de Gran Consumo a nivel anual se explica, en parte, porque los consumidores tienen menos ocasiones en casa (-3,5%) y más fuera (+5,7%). En el corto plazo este efecto se suavizó como consecuencia de la resaca navideña, ya que, aunque los consumidores incrementando las ingestas fuera del hogar (+2,9%), esta cifra es algo mayor en casa.
Rebeca Mella, experta en consumidor, hábitos y tendencias en Kantar, división Worldpanel, señala que en la búsqueda del ahorro, tanto de tiempo como de dinero, «nos encontramos ante un consumidor más práctico y racional que ha trasladado el consumo entre horas a fuera de casa y que ahora opta por la simplificación de menús, tanto dentro como fuera del hogar».
La profesional señala que el consumidor cambia los ingredientes de sus recetas por opciones más económicas, la conveniencia se convierte en la insignia del consumidor, «todo ello nos lleva a estar en mínimos de desperdicio de alimentación en España», asegura Mella. Se han retirado mínimos en comida tirada como método de ahorro, con lo que han disminuido, a su vez, los volúmenes de compra.
El consumidor se enfrenta a un complicado panorama económico
Debido a la alta inflación, y en consecuencia el aumento de los precios, la optimización de la cesta de la compra se ha convertido en una cuestión de especial relevancia para los consumidores. Estos adoptan además nuevos hábitos de consumo que tienen como objetivo reducir el precio de la cesta de la compra, una de las soluciones más populares es optar por las marcas blancas.
La practicidad gana importancia, e incluso ha sobrepasado al placer como principal motivo de consumo en casa. Como señala Rebeca Mella, «las motivaciones cambian según el contexto donde nos encontramos y, en el momento actual, el convenience y el placer han pasado a ser la combinación perfecta en un escenario en el que la salud ha cedido terreno, dejando de ser uno de los drivers principales», expresa la experta.
Por otra parte, la sostenibilidad es otro de los atributos que ha perdido peso en favor del precio y variables de consumo como el sabor y los valores nutricionales y composición del producto, que conforman los tres factores más importantes para el consumidor a la hora de elegir un producto. Cuatro de cada diez encuestados lo pone a la cola en no relevante para elegir el producto y un 15% declara que ha perdido interés ante otros aspectos debido a la situación actual.
Relación entre los nuevos consumidores y los valores nutricionales
Dos de cada tres hogares consideran muy importante el aporte nutricional en la dieta, estos han pasado a ser el tercer atributo más importante para los consumidores a la hora de elegir un producto.
Los valores nutricionales presentan variaciones en función de nuestra edad, y de dónde vivimos. Los niveles de grasa consumida reflejan un aumento con los años, conforme se reduce la ingesta de azúcares y carbohidratos, y también el clima determina el tipo de dieta y los hábitos nutricionales de cada región, por lo que es clave que el mercado se adapte a las peculiaridades de cada zona si buscan cubrir las necesidades de los compradores actuales.
Como señala Rebeca Mella, «la salud no siempre va ligada al concepto de valor nutricional; es más, los mercados tienen cada vez un rol más híbrido entre salud, placer y convenience, por lo que apalancarse solo en la salud no es suficiente. Si los mercados quieren seguir creciendo será necesario balancear con otras necesidades del consumidor», expresa la profesional.
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